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Perspectivas integradas: Explorando el cambio climático a través del diseño de experiencias, el arte y la ciencia

El proyecto europeo The HuT, cuyo objetivo principal es estudiar y abordar los fenómenos climáticos extremos, ha desempeñado un papel crucial en la creación de la instalación artística «Bienvenido a 2050».

Esta iniciativa dio inicio con una invitación dirigida a los alumnos de la asignatura «New Promotional Platforms» del Máster Universitario en Ingeniería en Diseño Industrial de la ETS de Ingeniería del Diseño de la UPV. La profesora e investigadora del Departamento de Dibujo, así como responsable de la asignatura NPP, Chele Esteve Sendra, desde el comienzo involucró al artista de Beniarjó, Salva Mascarell, para liderar el proceso creativo de una de las propuestas; Bienvenido a 2050. Esta colaboración entre estudiantes, profesora e investigadora, y artista ha sido fundamental para el desarrollo del proyecto.

Desde el principio en el aula la propuesta, se ha enfocado en la implicación y la participación activa del artista para llevar a cabo esta acción, tratándola como un «diseño de experiencias». Es importante recordar que el término «diseño de experiencia» va más allá de la disciplina del diseño; se fundamenta en las necesidades, emociones, contextos y mentalidades de los usuarios o clientes, con el propósito de diseñar experiencias que estén centradas en ellos.

Por un lado, el proyecto The HuT tiene como objetivo encontrar estrategias efectivas para gestionar los riesgos asociados con eventos climáticos extremos en Europa, que han causado pérdidas económicas significativas en las últimas cuatro décadas. En colaboración con grupos de investigación, instituciones y partes interesadas europeas, se busca integrar y aprovechar las mejores prácticas y experiencias multidisciplinarias exitosas. Se pone énfasis en evaluar la transferibilidad de las innovaciones desarrolladas a diferentes contextos territoriales y peligros. Este tipo de proyectos europeos desarrollan paquetes de trabajo que cubren los objetivos marcados. En el caso de la experiencia, Bienvenido a 2050, se suma al Paquete de Trabajo 6, que se enfoca en la comunicación, difusión y explotación del proyecto algo conocido como “diseminación”. Para este fin se establece una estrategia de comunicación, difusión y explotación para consolidar la visibilidad del proyecto y difundir sus resultados y buenas prácticas. También se elabora una sólida estrategia de explotación post-proyecto. Los participantes en este paquete de trabajo son los responsables de coordinar y ejecutar estas actividades para garantizar que los resultados del proyecto lleguen a la audiencia adecuada y se aprovechen de manera efectiva y de este modo se ha realizado esta colaboración.

Tanto para los alumnos, como para la profesora y para el artista el desarrollo de la propuesta ha sido todo un reto. Se ha contado con la financiación por parte del proyecto The HuT proporcionando los recursos necesarios para llevar a cabo esta ambiciosa iniciativa, que aborda de manera integral los desafíos del cambio climático. Al colaborar estrechamente con ocho universidades de regiones similares a la Comunidad Valenciana y 20 centros climáticos en Europa, el proyecto ha permitido una comprensión más profunda de los impactos del cambio climático y las estrategias para enfrentarlos.

La instalación «Bienvenido a 2050» es el resultado de una cuidadosa planificación y colaboración entre artista, científicos y comunidades locales. En todo momento se ha tenido retroalimentación en el aula o conexiones en línea, con investigadores del proyecto de la UPV como Adrià Rubio o Javier Orozco, o externos como Anke Schlünsen-Rico del Climate Service Center Germany (GERICS) que ha agregado valor al proceso de desarrollo potenciando la reflexión.

Bienvenido a 2050, inicialmente se concibió como un invernadero cerrado que albergaba una obra en seda en su interior de Mascarell, para simular el aumento de temperatura y la sequía previstos en el futuro, y se instaló en el Jardín Botánico de Valencia. En su inauguración el pasado octubre, los miembros de todos los países participantes en The HuT pudieron experimentar en su interior la sensación de calor que remitía al clima del 2050. Una experiencia piloto que evidenciaba la necesidad de tomar medidas urgentes ante los fenómenos extremos que azotan el planeta tierra.

Bienvenido a 2050, fue impactada y transformada por la borrasca Ciarán del pasado octubre, literalmente salió “todo volando”, desde ese momento se pensó en una nueva propuesta donde poner en valor la circularidad y la necesidad de adaptarse que reforzaba el propio mensaje inicial, una consecuencia de este fenómeno cada vez más frecuente.

Se partió para esta segunda propuesta bajo título, Bienvenido a 2050: adaptarse o sucumbir, centrando la idea en la reutilización de los materiales rescatados y destruidos por el fenómeno. Esta experiencia nos lleva a una reflexión científico-artística sobre el cambio climático, donde el impacto y la resiliencia son temas centrales. Los vientos intensos y el temporal marítimo asociados a la borrasca Ciarán son cada vez más significativos y debemos estar preparados para ello. El proceso de adaptación y aprendizaje reflejado en esta transformación no solo muestra la resiliencia humana frente a la adversidad, sino que también subraya la necesidad urgente de reconsiderar nuestra relación con el medio ambiente.

Desde esta experiencia se destaca la importancia de abordar los desafíos del cambio climático desde una perspectiva interdisciplinaria que integre tanto el conocimiento científico como el artístico desde el diseño de experiencias. A través de la integración de la ciencia climática y la expresión artística, esta instalación busca no solo concienciar sobre la urgencia de adaptarse a los fenómenos meteorológicos extremos, sino también fomentar la reflexión y la acción.

Para esta segunda propuesta se invitó al Grupo de Investigación Arte y Entorno de la UPV a sumarse con la inclusión de obras visuales que enriquece aún más la experiencia, proporcionando una perspectiva multidisciplinaria sobre la relación entre el ser humano y su entorno natural. Esta colaboración interdisciplinaria bajo el título de «Ecologías mínimas», comisariada por Paula Santiago y Ana Tomás (UPV), resalta el poder transformador de la creatividad y el conocimiento colectivo en la lucha contra el cambio climático.

Con estas perspectivas integradas se ofrece una reflexión profunda y conmovedora sobre el impacto del cambio climático en nuestras vidas y en el mundo que habitamos. Al integrar elementos científicos con expresiones artísticas, esta muestra invita a la audiencia a considerar no solo los desafíos inmediatos que enfrentamos, sino también las oportunidades de transformación y resiliencia que podemos aprovechar. De este modo podemos generar conciencia, inspirar acciones y promover un diálogo inclusivo sobre cómo construir un futuro más sostenible y equitativo para todos. En última instancia se nos recuerda que, aunque el camino hacia la resiliencia climática puede ser desafiante, está lleno de oportunidades para el crecimiento, la innovación y la solidaridad global.

La instalación actualmente disponible para visitar en la Sala de Exposiciones Vicent Vidal Miñana del Ayuntamiento de Beniarjó, está construida utilizando elementos recuperados de la otra instalación artística que fue destruida por un fenómeno extremo de viento causado por la súper borrasca que azotó el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia. Es interesante observar cómo el propio cambio climático envió su mensaje al destruir para construir. Se ha decidido convertir este contratiempo en una nueva acción, aprovechando los materiales para difundir el mensaje con aún más fuerza.

Desde el Ayuntamiento de Beniarjó, con el apoyo de su alcaldesa Eva Maria Llinares Martínez y la concejala de cultura Concha Germán, se ha querido reforzar el mensaje acercando al visitante y a las escuelas a dialogar con este entorno con visitas guiadas y partitivas que conciencien sobre este tema y sobre nuestro papel en preserva el planeta.